La consultora internacional McKinsey & Company presentó su nuevo informe Global Energy Perspective 2025, donde actualiza sus proyecciones sobre cómo evolucionará el sistema energético mundial. A diez años de su primera edición, el análisis reconoce avances en la descarbonización, pero advierte que el mundo sigue lejos de cumplir los objetivos del Acuerdo de París.
En todos los escenarios posibles, la neutralidad de carbono para 2050 aún parece fuera de alcance.
⚡ 1. Tres escenarios, un mismo resultado: el retraso continúa
- McKinsey plantea tres trayectorias —Evolución Lenta, Momentum Continuado y Transformación Sostenible— que varían según el avance de las políticas, la tecnología y la seguridad energética.
- Sin embargo, ninguno de los tres escenarios logra alcanzar la neutralidad de carbono en 2050, lo que refleja un estancamiento estructural en la transición global.
🌐 2. La demanda energética no se detiene
- El informe prevé que la demanda global de energía seguirá creciendo, impulsada por el desarrollo económico de India, África y el sudeste asiático, además del aumento del consumo eléctrico en centros de datos en EE.UU. y Europa.
- El problema: los avances en eficiencia energética ya no bastan para compensar ese incremento.
💰 3. El gas y el petróleo siguen dominando el mix global
- Aunque las renovables avanzan, los combustibles fósiles seguirán representando entre el 41% y el 55% del consumo mundial hasta 2050.
- El gas natural se consolidará como el de mayor crecimiento, desplazando al carbón, mientras que el petróleo alcanzará su pico hacia 2030, pero continuará siendo esencial en sectores como el marítimo y la petroquímica.
🌞 4. Renovables al alza, pero con grandes desafíos
- Las energías solar y eólica podrían cubrir entre 61% y 67% de la generación eléctrica mundial hacia mitad de siglo.
- Sin embargo, McKinsey advierte que serán necesarias fuentes firmes como la nuclear, la hidroeléctrica o la geotérmica, además de multiplicar por 15 la capacidad de almacenamiento actual para sostener la estabilidad del sistema eléctrico.
🧩 5. Un futuro más regional y diversificado
- La transición energética no será lineal ni homogénea.
- Cada país seguirá su propio camino según sus recursos y políticas. China e India emergen como líderes en electrificación y expansión renovable, mientras que Europa y EE.UU. enfrentan cuellos de botella en sus cadenas de suministro —con equipos eléctricos y transformadores que tardan hasta dos años en entregarse—.
- McKinsey también advierte que las inversiones en tecnologías bajas en carbono aún son insuficientes, salvo en casos puntuales como vehículos eléctricos en China o energía nuclear en Occidente.
🔎 Conclusión: Un desafío triple para el planeta
* El informe concluye que la transición energética global enfrenta un triple desafío:
-
Reducir emisiones.
-
Mantener la seguridad del suministro.
-
Garantizar energía asequible para todos.
Para lograrlo, McKinsey recomienda acelerar la inversión en infraestructura, eliminar trabas regulatorias y promover soluciones “triple win”: seguras, limpias y económicamente viables.
“La resiliencia y la agilidad definirán a los líderes energéticos de la próxima década”, advierte la consultora.

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