jueves, 23 de octubre de 2025

Energía Verde + Naturaleza: la infraestructura que salva el planeta


En un mundo donde la transición energética ya no basta con “no hacer daño”, surge una pregunta poderosa: ¿Cómo puede el sector energético generar impactos positivos reales para la naturaleza? En el marco del IUCN World Conservation Congress 2025 celebrado por la International Union for Conservation of Nature (IUCN), líderes del ámbito financiero, energético y de conservación se reunieron para cambiar el paradigma: ver la naturaleza no como un límite, sino como infraestructura esencial para el desarrollo sostenible.




Naturaleza como infraestructura

  • El economista Erik Berglöf, de la Asian Infrastructure Investment Bank (AIIB), lo dijo claramente: “La naturaleza no es una preocupación secundaria: es parte del sistema operativo de nuestra infraestructura”. Allí donde antes se trataba el cuidado de ecosistemas como un freno, ahora se plantea como la base para nuevos modelos de financiamiento.
  • Ejemplos concretos lo demuestran: desde humedales en Mongolia hasta manglares en Brasil, el modelo incluye valoración del capital natural, financiamiento público-privado y políticas que integran salud climática + naturaleza.

Finanzas que apuntan a resultados medibles

  • En este evento también se destacó cómo grandes instituciones como la European Bank for Reconstruction and Development (EBRD) exigen beneficios tangibles para la naturaleza, además de rentabilidad financiera. Se habló de métricas, metodologías y verificación de impacto mediante instrumentos como los créditos de biodiversidad.
  • Este enfoque implica que el sector financiero ya no solo evalúa riesgos, sino también oportunidades concretas para la naturaleza.

Transición energética responsable y colaborativa

  • El sector energético tiene un papel clave. Por ejemplo, la empresa TotalEnergies llevó un proyecto de parque eólico en la Isla Reunión adaptando menos turbinas, con menor impacto y un plan de biodiversidad robusto gracias a la guía de la IUCN.
  • Asimismo, redes como Ipieca permiten compartir aprendizajes en el sector petróleo y gas —lo que amplifica el cambio sistémico. La conclusión: las renovables deben escalarse con urgencia y con responsabilidad ecológica.

Incentivos y mecanismos para el largo plazo

  • No basta con cumplir regulaciones: los ponentes subrayaron la necesidad de beneficios de conservación incentivados que perduren más allá de la vida útil de un proyecto. Desde licencias vinculadas a naturaleza, hasta créditos de biodiversidad o exigencias de impacto real. Se trata de que la naturaleza gane, no solo que se “evite perder”.

Asociaciones radicales para un futuro naturaleza-positiva

  • En el cierre, Stewart Maginnis (IUCN) lanzó el reto: forjar asociaciones radicales que pongan la conservación de la biodiversidad en el centro de la transición energética global. Esta no es una opción: es la vía para garantizar un futuro justo, sostenible y resiliente.
  • Las acciones identificadas: desarrollar metodologías simples de financiamiento natural, asegurar ganancias de conservación a largo plazo, crear incentivos económicos reales para la inversión “positiva para la naturaleza”.



* El mensaje es claro: la naturaleza deja de ser un “acto de buena voluntad” o un “obstáculo” para convertirse en una infraestructura esencial para energía, finanzas y desarrollo. Cuando se alinean finanzas + energía + conservación, se construyen economías y ecosistemas que se refuerzan mutuamente.
Como creador de contenido en clima, medio ambiente y tecnología ambiental, este cambio de paradigma te brinda un ángulo poderoso y fresco para contar historias: la naturaleza no solo se protege, se invierte.

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