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Jabalí en sierra Espuña (Murcia). Imagen: Martien A.M. Groenen |
La revista
Nature publica el genoma del cerdo (
Sus scrofa), acompañado de la secuencia de varios jabalíes y de razas domésticas de China y Europa.
El
estudio, liderado por las Universidades de Wageningen (Holanda),
Edimburgo (Reino Unido) e Illinois (EE UU), cuenta con la participación
del investigador Miguel Pérez Enciso de la Institución Catalana de
Investigación y Estudios Avanzados, adscrito a la Universidad Autónoma
de Barcelona y al Centro de Investigación en Agrigenómica (CRAG).
El
cerdo es una de las especies ganaderas económicamente más importante,
junto con el bovino y el pollo, y era la única de estas tres que aún
quedaba por secuenciar. Este genoma, sin duda, ayudará a entender la
fisiología, características productivas y la historia del cerdo. Además,
tendrá también implicaciones importantes para el uso del cerdo en
biomedicina.
Por ejemplo, el cerdo contiene varias mutaciones cuyo
efecto en humanos se ha asociado a aumentos de riesgo de padecer
enfermedades tales como Alzheimer, diabetes y también, curiosamente, la
dislexia. Además, también permitirá estudiar con más detalle los riesgos
de los llamados xenotransplantes, que son transplantes con tejidos de
especies distintas de la humana.
El consorcio ha permitido
identificar unos 21.000 genes, en línea con resultados en otros
mamíferos. El cerdo es la especie que presenta un mayor número de genes
funcionales relacionados con el olfato, lo que demuestra la importancia
de este sentido en la especie, y que le ha ayudado a encontrar comida
hozando en la tierra para descubrir alimento.
El estudio también
ha demostrado que la evolución de muchos genes relacionados con la
percepción del sabor ha sido distinta en el cerdo de otras especies,
como la humana. De hecho, el cerdo es capaz de comer alimentos que otras
especies no pueden, y no es sensible al sabor amargo. Estos resultados
explican por qué come de todo.
Según concluye Pérez Enciso “este
trabajo supone un hito en la genómica animal y sus implicaciones a nivel
científico, tecnológico y biomédico pronto se harán notar”.
Abaratamiento de los costes de secuenciación
Tradicionalmente,
los trabajos de secuenciación consistían en el análisis de un solo
genoma –el llamado genoma de referencia, que en este caso se trata del
de una hembra de la raza Duroc–. Sin embargo, las nuevas tecnologías de
secuenciación han abaratado tanto los costes que secuenciar genomas
completos está al alcance presupuestario de laboratorios modestos,
incluso en tiempos de crisis. Por ello, no es extraño que el trabajo de
Nature también incluya la secuencia y análisis de 48 cerdos más, incluyendo varios jabalíes, tanto de China como de Europa.
El interés de secuenciar animales de China y de Europa es que la especie,
Sus scrofa,
apareció en el sudeste asiático hace unos 4 millones de años y desde
allí se extendió hacia casi toda Eurasia, incluyendo Europa y norte de
África.
El consorcio internacional ha permitido datar que la
separación entre el jabalí asiático y el europeo se produjo hace un
millón de años, aproximadamente. Posteriormente, hace 10 mil años al
menos, el hombre domesticó el cerdo a partir del jabalí. Esta
domesticación ocurrió de forma independiente en múltiples localidades, y
tanto en Europa como en China.
Por tanto, cuando Marco Polo llegó
a la China en el siglo XIII ya encontró cerdos domésticos, pero cuyo
origen era completamente distinto del que él conocía de cerdos europeos.
Pero lo más interesante es que, con los viajes de los portugueses a
Asia y, sobre todo, con los de los ingleses a partir del S XVI, se
comenzaron a importar cerdos chinos a Europa y se empezaron a cruzar con
los cerdos europeos.
En la época, los cerdos chinos se importaron
porque eran más dóciles y, sobre todo, mucho más grasos que los
europeos. Estos cerdos híbridos, a su vez, dieron lugar dos siglos más
tarde a las razas porcinas internacionales que hoy conocemos. El
consorcio internacional demuestra algo que era ya sabido, pero lo
cuantifica de forma precisa: aproximadamente un 30% del genoma de razas
internacionales es de origen chino.
¿Qué ocurre con el cerdo ibérico?
Hasta
el momento se sabe que el cerdo ibérico no fue cruzado con razas
asiáticas. De hecho, una secuencia parcial del cerdo ibérico que el
equipo de Pérez Enciso publicó el año pasado en la revista
Heredity
y otros trabajos previos de investigadores del Instituto Nacional de
Investigación y Tecnología Agraria y Alimentaria (INIA), así lo
atestigüan.
Este mismo equipo está a punto de publicar una
secuencia mucho más completa de cerdo Ibérico que también lo confirma.
Más aún, este último trabajo sobre el genoma del cerdo Ibérico sugiere
que hay genes en esta raza que han estado sujetos a procesos de
selección propios, entre ellos genes relacionados con el metabolismo de
las grasas.
El trabajo ha sido financiado principalmente por el
Departmento de Agricultura de Estados Unidos, la Unión Europea, el BBSRC
y el Wellcome Trust británicos, así como por empresas europeas y
americanas.
Fuente Agencia Sinc